Silencio. Vacío. Burbujas. Aire. ¿Aire? ¿Cómo se supone que debería quererle? ¿Por que mierda le hago caso? ¿No se supone que no me ama? Me odio. Un timbre. Salgo del agua. Inspiro y espiro. Mierda, ya està aquí. Jabón por todas partes.
- Mierdamierdamierda. Esque no soy más imbécil...
Rapidamente me aclaro y me enrollo en una toalla azul. Me enrollo otro en la cabeza. Espejo. ¡DIOS QUE POCO ELEGANTE! Me desenrrollo rapidamente la toalla de la cabeza y recoloco el pelo con la cabeza. ¡MADRE MIA! Lo tiro para atrás. Paso. El timbre.
Corro dejando huellas blancas a mi paso. Todo el piso lleno de jabón. Imagino que empiezan a surgir burbujas de colores de ellas, todo lleno de pececitos de colores nadando sin agua, flotando... Vuelvo.
- Hola! Pasa. Me había olvidado -vuelvo a ver las pisadas de jabón, desenrollo mi toalla y las limpio; en bolas. Vuelvo. Me giro -. Perdón -vuelvo a colocarme la toalla-. Puedes sentarte, me visto y hablamos.
No vuelvo a recibir pacientes en casa.
Cojo un tanga negro, a conjunto con el vestido, también negro. Tacones de aguja, RIMMEL y me acabo de peinar y secar. ¡POR DIOS, QUÉ BAÑO! Recojo las toallas para que no me duelan los ojos. Pintalabios rojo. Salgo corriendo.
- Siento que me hayas tenido que ver de esta forma, no es muy profesional, que digamos... Bien. ¿Tomas café?
- Sí, grácias. No te preocupes.
Que verguenza. De ésta no salgo.
- Eres muy graciosa.
¿Graciosa? Menudo hijo de puta... Se lo voy a pasar a Belén. ¡Joder con el café, como quema! Voy saliendo de la cocina. Sonrío. ¿Graciosa? Capullo.
- Bueno. Aquí tienes. De veras, lo siento. -¿Me está mirando las tetas? Mierda, el sujetador. Me miro, sonrío- Un segundo.
Fui a la habitación
- Tranquila, vuelvo en media hora si quieres... De todas formas hoy no me encuentro muy sociable. Y creo que hemos entrado en unas confianzas que no sé si contarte lo de mi divorcio hoy...
- Cierto, tengo una compañera bueníssima. La puedo llamar ahora mismo. Belén, un encanto.
- E... de hecho, me gustas. Eres más... persona. Odio formalidades. -¿Me toma el pelo? Llevo cinco años ejerciendo y soy de las mejores de Barcelona. Formalidades. Será capullo. Y encima me va a tocar no cobrarle.- Ya sabes, todo eso de escuchar y callar... Parecer perfecta y apartar tus problemas durante una hora... Me gustas así. Y si no te importa a tí... -pues es guapo y todo.
- Como quieras. Pero olvidemos los últimos veinte minutos. Me penalizarían los del colegio de psicólogos. Pero si no te importa venir mañana...
Se levantó sonriendome y negando con la cabeza. Le acompañé hasta la puerta con el brazo joder que alto. Bueno mi metro sesenta tampoco ayuda...
- Marta, ¿no? Gracias por todo. Te llamo y quedamos mañana, ¿te parece? -carraspeó- Por cierto, un culo precioso, de los que no quedan -le miré tan seria como pude. Tenía gracia. Seriaseriaseria.
-Hasta otra, eh? Venga.
Cerré la puerta de un golpe. Que bueno que estaba...
!Joder que casa! No lo lipio ni de coña, llamo a Valeria. Me miro al espejo. De perfil. Pues si que tengo un buen culo...
dilluns, 10 d’agost del 2009
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"carraspeó" jajaj, al mas puro estilo Stieg Larsson!
ResponEliminaQué poco profesional es la psicóloga xD
ResponEliminaLa psicòloga te un carisma raro que m'agrada. Es bo, sí. ='D
ResponEliminaSenyoreta, fas que tingui ganes de que començi el curs.