dilluns, 10 d’agost del 2009

Silencio. Vacío. Burbujas. Aire. ¿Aire? ¿Cómo se supone que debería quererle? ¿Por que mierda le hago caso? ¿No se supone que no me ama? Me odio. Un timbre. Salgo del agua. Inspiro y espiro. Mierda, ya està aquí. Jabón por todas partes.

- Mierdamierdamierda. Esque no soy más imbécil...

Rapidamente me aclaro y me enrollo en una toalla azul. Me enrollo otro en la cabeza. Espejo. ¡DIOS QUE POCO ELEGANTE! Me desenrrollo rapidamente la toalla de la cabeza y recoloco el pelo con la cabeza. ¡MADRE MIA! Lo tiro para atrás. Paso. El timbre.

Corro dejando huellas blancas a mi paso. Todo el piso lleno de jabón. Imagino que empiezan a surgir burbujas de colores de ellas, todo lleno de pececitos de colores nadando sin agua, flotando... Vuelvo.

- Hola! Pasa. Me había olvidado -vuelvo a ver las pisadas de jabón, desenrollo mi toalla y las limpio; en bolas. Vuelvo. Me giro -. Perdón -vuelvo a colocarme la toalla-. Puedes sentarte, me visto y hablamos.

No vuelvo a recibir pacientes en casa.

Cojo un tanga negro, a conjunto con el vestido, también negro. Tacones de aguja, RIMMEL y me acabo de peinar y secar. ¡POR DIOS, QUÉ BAÑO! Recojo las toallas para que no me duelan los ojos. Pintalabios rojo. Salgo corriendo.

- Siento que me hayas tenido que ver de esta forma, no es muy profesional, que digamos... Bien. ¿Tomas café?

- Sí, grácias. No te preocupes.

Que verguenza. De ésta no salgo.

- Eres muy graciosa.

¿Graciosa? Menudo hijo de puta... Se lo voy a pasar a Belén. ¡Joder con el café, como quema! Voy saliendo de la cocina. Sonrío. ¿Graciosa? Capullo.

- Bueno. Aquí tienes. De veras, lo siento. -¿Me está mirando las tetas? Mierda, el sujetador. Me miro, sonrío- Un segundo.

Fui a la habitación

- Tranquila, vuelvo en media hora si quieres... De todas formas hoy no me encuentro muy sociable. Y creo que hemos entrado en unas confianzas que no sé si contarte lo de mi divorcio hoy...

- Cierto, tengo una compañera bueníssima. La puedo llamar ahora mismo. Belén, un encanto.

- E... de hecho, me gustas. Eres más... persona. Odio formalidades. -¿Me toma el pelo? Llevo cinco años ejerciendo y soy de las mejores de Barcelona. Formalidades. Será capullo. Y encima me va a tocar no cobrarle.- Ya sabes, todo eso de escuchar y callar... Parecer perfecta y apartar tus problemas durante una hora... Me gustas así. Y si no te importa a tí... -pues es guapo y todo.

- Como quieras. Pero olvidemos los últimos veinte minutos. Me penalizarían los del colegio de psicólogos. Pero si no te importa venir mañana...

Se levantó sonriendome y negando con la cabeza. Le acompañé hasta la puerta con el brazo joder que alto. Bueno mi metro sesenta tampoco ayuda...

- Marta, ¿no? Gracias por todo. Te llamo y quedamos mañana, ¿te parece? -carraspeó- Por cierto, un culo precioso, de los que no quedan -le miré tan seria como pude. Tenía gracia. Seriaseriaseria.

-Hasta otra, eh? Venga.

Cerré la puerta de un golpe. Que bueno que estaba...

!Joder que casa! No lo lipio ni de coña, llamo a Valeria. Me miro al espejo. De perfil. Pues si que tengo un buen culo...

3 comentaris:

  1. "carraspeó" jajaj, al mas puro estilo Stieg Larsson!

    ResponElimina
  2. Qué poco profesional es la psicóloga xD

    ResponElimina
  3. La psicòloga te un carisma raro que m'agrada. Es bo, sí. ='D

    Senyoreta, fas que tingui ganes de que començi el curs.

    ResponElimina